jueves, 22 de marzo de 2012

Sobre “Manelich”

Jorge Cortés Ancona
Uno de los poemas favoritos de los declamadores mexicanos es “Manelich”, de Antonio Mediz Bolio. El poema se incluye en el libro En medio del camino, publicado por primera vez en 1919, en el que aparecen poemas de diversos temas y que se reeditó en una versión corregida y aumentada en 1930.
En este popular texto, el personaje de referencia es el pastor Manelich (“plebe que vives sin conciencia / de tu vida oprobiosa”) y es un canto a la libertad de los desposeídos, a la justicia social que tendrán que hacerse por sus propias manos para seguir viviendo en su estado de inocencia. El hablante lírico describe en una primera parte la condición del personaje y en la parte final le habla en segunda persona a Manelic, exhortándolo a que despierte y exija lo que le corresponde por derecho natural.
He escuchado a personas que piensan que Manelich es un nombre maya y que se está refiriendo a un posible líder histórico yucateco, pero nada más errado que ello. Aun cuando el poema pueda ser aplicable a la realidad yucateca de las primeras décadas del siglo XX y seguramente fue una situación que influyó en la composición del poema, el origen es teatral. En cuanto al nombre, Manelich (que debe ser pronunciado como Manelic) es diminutivo de Manel, o sea, Manuel en catalán. Sin embargo, tiene algún dejo maya su pronunciación y ha habido gente que porte ese nombre agregando al final la letra “ka”, como el escritor Manelick de la Parra Vargas y el cantante Manelick de la Parra Borja.
El poema deriva del drama Tierra baja, del escritor catalán Angel Guimerá, estrenada en 1896 y llevada a escena exitosamente en varios países. La obra plantea un conflicto entre un pastor, Manelich (que “como una cabra arisca bajó de la montaña”), y un propietario rico, Sebastián, que emplea sus mañas y su dinero para lograr sus caprichos. Una mujer, Marta, es el centro de la disputa, ya que fue a base de engaños que Manelic fue persuadido a casarse con ella, a pesar de ser la amante de Sebastián.
En términos muy generales, se trata de un drama social donde se plantea la pureza de la humilde gente del campo, la de la tierra alta, y la corrupción y abusos de los terratenientes, en la tierra baja. El deseo es que la gente del campo se mantenga en su medio natural, sin la mácula de la vida urbana, sometida al poder y al dinero. La obra fue también un éxito editorial, con varias ediciones en catalán y traducciones al español y otros idiomas. Asimismo, se hicieron adaptaciones cinematográficas en varios países y hasta una ópera.
El tema rural, de explotación de los campesinos, explica los versos siguientes: “la mujer de su sueño / era del amo. ¡El amo era el único dueño / de todo, de la tierra, del amor, de la vida!... / ¡El era sólo un siervo, la bestia escarnecida, / una cosa, un pedazo de carne esclavizada, / sin derechos, sin honra, sin amor y sin nada!”. La conformación y el mensaje del poema hacen pensar en una estrategia textual para aludir a la vida de las haciendas henequeneras durante el Porfiriato.
Mediz Bolio escribió otros poemas relacionados con el teatro, como “Malvaloca”, que es el título de una famosa comedia de los hermanos Alvarez Quintero, y “La farándula”. No olvidemos que nuestro poeta fue también dramaturgo y que en obras como “La ola” trató temas sociales proyectados a la realidad yucateca. Por último, cabe señalar que este poema de Mediz Bolio, de ascendencia catalana como lo indica el segundo apellido de su madre que era Cantarell, es un caso particular de los vínculos culturales entre Yucatán y Cataluña.

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