Jorge Cortés Ancona
En Yucatán se
filmó el primer largometraje mexicano como sabemos conforme a las
investigaciones de Luis Ramírez Aznar y de Gabriel Ramírez, autor del libro “El
cine yucateco”. Los dos productores y directores fueron Manuel Cirerol Sansores
y Carlos Martínez de Arredondo, que fundaron la empresa denominada con el
acrónimo de sus apellidos: Cirmar.
En nuestra
tierra tan orgullosamente regionalista ha habido muchas manifestaciones
artísticas y literarias devotas de la Historia de México y una de ellas es ese
filme denominado “1810 ó Los libertadores”. Ya el segundo largometraje,
titulado, “Amor que triunfa” tenía un argumento de tipo más cotidiano y más
alegre.
Filmada en el
Parque del Centenario, las casonas de Alonso Guerra y Pedro de Regil y las
playas de Progreso, la película fue dirigida por Cirerol y fotografiada por
Martínez de Arredondo. Se estrenó el 15 de abril de 1917 en el Teatro Peón
Contreras, y meses después, el 7 de julio, en el Cine Venecia de la ciudad de
México.
De toda esta
producción fílmica sólo se han conservado descripciones de los argumentos,
testimonios acerca de la producción y material impreso como anuncios e
inserciones en periódicos y revistas. Conexo a ello, fotos de varios de los
actores. Que yo sepa –puedo estar equivocado- no se habían reproducido fotos
relativas a la película misma. Pero al menos, gracias a la benemérita labor de
quienes trabajan en la Biblioteca Yucatanense de la Secretaría de la Cultura y
las Artes de Yucatán podemos conocer además cuando menos cuatro fotogramas de
esa segunda película, además de alguna reseña y otros textos e imágenes alusivos
a la misma.
A través de
la columna sobre cine que por aquellos años escribía Hipólito Seijas, seudónimo
del poeta y dramaturgo Rafael Pérez Taylor, puede conocerse el argumento:
“’El
amor que triunfa’ es una novela corta de amor que tiene sus detalles dramáticos
y comienza por una serie de escenas cómicas desempeñadas por [Reinaldo] Tirado.
Este es un marido que no hallando la tan cantada felicidad en el hogar, sale en
busca de alegría en el paraíso donde Pierrot y Colombina tienen sus sitiales.
Va en busca de una ‘Bella Lucerito’, tiple amable, que no regatea caricias por
una cena o un fistol. El alba los sorprende en plena orgía, y recordándose de
que tiene mujer, deja a la amante y huye a su hogar.
Ángel,
su hijo, padece de melancolía y sufre visitas y sermones de estirados frailes;
pero llegan pidiendo hospedaje, dos lindas mujercitas, como una ‘chanson
parisién’ y no tiene la señora más remedio que darles alojamiento. Con este
motivo, María Caballé, una graciosa ‘divette’ en boga y ‘La Lucerito’ se llevan
al padre que es buen marido y al joven Ángel que es un dechado de humildad.
En la
playa, se bañan la Caballé y la Lucerito, cuando le sobreviene un accidente a
la primera y Ángel la salva, enamorándose de ella y se casa, a pesar de los
aspavientos de su madre, de la protesta clerical y de la sociedad
anatematizadora”.
Las imágenes de dicha
película aparecen en las portadas de la Revista del Cinema, publicación
yucateca de 1916-1917, dirigida por Valeriano Ibáñez Cobeño, que usaba el
seudónimo de Kaiser en sus escritos sobre cine. En las portadas diseñadas por
Leopoldo F. Quijano, en marzo y abril de 1917 se incluyó un recuadro con
distintos fotogramas del largometraje yucateco “Amor que triunfa”, algo que es
de destacar en virtud de lo que suponemos pérdida total de ese filme, tan
sugerente conforme a esas fotos.
La primera
presenta a un grupo de gente en pleno jolgorio y vestidos con la elegancia de
moda en la época, en torno a una mesa, donde se ven manjares y una botella de
vino. En la segunda, se ve siempre la fiesta, con damas y caballeros sentadas a
la mesa y otros de pie, unos sonrientes, otros más solemnes. La tercera tal vez
corresponde a un momento posterior al rescate de la bañista, ya que se ve a una
mujer desmayada y a una persona con traje de baño. En la cuarta, se ve a una
pareja de jóvenes tomados de la mano en el porche de una de las casonas,
acompañados de otra dama y con un automóvil al fondo.
En conjunto
las cuatro fotos dan una idea general acerca de este segundo largometraje. Es de
fundamental importancia que se registren en otros formatos y que con la
tecnología actual puedan admirarse con mayor claridad y en mayores dimensiones.